Un Open House es una estrategia de marketing inmobiliario que se origina en Estados Unidos durante la primera década de 1900 como una novedosa forma de conocer los inmuebles a puertas abiertas; en la actualidad sigue siendo un efectivo método.
La idea consiste en que el gente inmobiliario abra las puertas de la propiedad en venta durante todo un día e invite a los compradores potenciales de manera de presentar el inmueble y conocerlo a fondo sin presión de tiempo.
El inmueble estará condicionado para lograr la mejor experiencia y se servirán refrigerios.
En la actualidad se recomienda hacer una lista de invitados conocidos o referidos de manera de resguardar la seguridad física.